Actualmente estás viendo La ciudad de Augsburgo, Alemania

La ciudad de Augsburgo, Alemania

La ciudad de Augsburgo, situada en el interior de los 16 estados federados de Alemania, a orillas del río Lech, cuenta con una población de aproximadamente 300,000 habitantes, lo que la convierte en la tercera ciudad más grande de Baviera, después de Múnich y Núremberg. Fundada por los romanos en el año 15 a. C. con el nombre de “Augusta Vindelicorum”, Augsburgo es una de las ciudades más antiguas de Alemania. Inicialmente fue un importante campamento militar romano y más tarde se convirtió en un próspero centro comercial durante la Edad Media.

Descubra la ciudad de Augsburgo, Alemania
Augsburgo tiene una conexión especial con el famoso compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart. Su padre, Leopold Mozart, nació en Augsburgo, y la casa de la familia se ha transformado en la Mozarthaus Augsburg, un museo que rinde homenaje a su legado perdurable. 


Leopold no es el único residente notable: durante el período barroco, Augsburgo fue el hogar de varios relojeros notables que hicieron contribuciones significativas al campo de la horología. 

 
David Buschmann (1626–1701) fue un destacado relojero famoso por sus intrincados y detallados relojes, que fueron muy buscados durante el siglo XVII. 

Johann Martin (1642-1721) fue famoso por su excepcional artesanía en relojes de bolsillo, relojes de sol y relojes de mesa, lo que hizo avanzar significativamente la artesanía relojera. 

Johan Ulrich Schmidt, nacido alrededor de 1622, fue un distinguido relojero conocido por crear pequeños objetos de oro ornamentados con esmalte y engastados con joyas, una artesanía extremadamente desafiante y que requería alta habilidad. 

Nicolaus Rugendas el Joven (1619-1694) se hizo famoso por su estilo florido de trabajo de orfebrería en relojes. Este enfoque sumamente decorativo y complejo de la relojería se hizo popular entre 1660 y 1680. 

En la misma época, la Torre Perlach, construida originalmente en el año 989 como torre de vigilancia, fue transformada en torre del reloj. Tras varias renovaciones, hoy se alza a 230 metros de altura y ofrece vistas panorámicas desde su plataforma de observación. La torre, adornada con un reloj y con campanas que suenan a intervalos regulares, sigue siendo una atracción turística popular y un punto de referencia destacado en Augsburgo. 

Situada a unos 180 kilómetros de la famosa Selva Negra, Augsburgo se convirtió en el hogar de varios distinguidos relojeros durante los períodos del Renacimiento y el Barroco. 

Hans Buschmann (1540-1620) fue conocido por crear algunos de los primeros relojes mecánicos complejos de la ciudad. Entre sus obras se encontraban relojes de torre ornamentados y relojes de pared muy decorados, que a menudo presentaban esferas elaboradas e indicadores astronómicos. 
 
Georg Roll y Johann Reinhold (finales del siglo XVI) fueron relojeros y fabricantes de instrumentos famosos por crear complejos relojes astronómicos y globos mecánicos. Su trabajo incluía elementos como autómatas y elaboradas pantallas mecánicas que demostraban los movimientos de los cuerpos celestes. 
 
Ulrich Schniep (1520-1580) fue un famoso relojero y fabricante de instrumentos matemáticos. Es conocido por sus relojes solares portátiles y astronómicos, que resultaron muy innovadores para su época. Su trabajo combinaba ingeniería de precisión con un hermoso arte, lo que hizo que sus relojes fueran muy buscados. 
 
Elias Kretschmer (1610–1675) fue un maestro relojero cuyas creaciones incluían elaborados relojes de caja alta y de mesa. 

Cabe destacar que en Augsburgo se encuentra el enclave amurallado de la Fuggerei, el complejo de viviendas sociales más antiguo del mundo, fundado en 1516 por Jakob Fugger, un rico comerciante y banquero. El alquiler anual de la Fuggerei y sus 150 residentes sigue siendo de un florín renano (equivalente a 0.88 euros), acompañado del compromiso de rezar tres oraciones diarias por los benefactores de la Fuggerei: el Padrenuestro, el Ave María y el Credo de Nicea. Además, los residentes deben realizar trabajos comunitarios a tiempo parcial. Las condiciones de vida en la Fuggerei no han cambiado durante 500 años: los solicitantes deben haber residido en Augsburgo durante al menos dos años, ser de fe católica y haber caído en la pobreza sin culpa propia.  
 
El bisabuelo de Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Mozart, que era albañil, residió en la Fuggerei entre 1681 y 1694. Su legado se honra con una placa de piedra conmemorativa colocada a la entrada de la sala principal.